Recuerdo hace un casi un año cuando fui a visitar a mi abuela Teresa en el hospital y estando ella en la cama, entró al cuarto un voluntario que se identificó como un Capellano, un hermano de la Fé, que se acerco a orar por ella o lo que ella le pidiera. Cuando este hermano se acerco a la cama, algo dentro de mí se estremeció de solo escuchar su dulce vóz... mi abuela, que ya casi ni hablaba, le sonrió y con brillo en sus ojos le dijo: "Ella, mi hija, mis nietas, esta, y aquella y casi toda mi familia le servimos al Señor." Mi abuela estaba en sus ultimos dias, ella sabia para donde iba y la generación que dejaba. Al escuchar sus palabras, no pude evitar llorar pues me conmovió, que de tantas cosas que pudo haber dicho... mis hijos y mis nietos son profesionales, ingenieros, Americanos ó cualquier gran logro que la llenara de orgullo, pero en ese momento lo que mas la llenó fue tener la satisfacción que dejaba una familia que conocía y le servía a Dios. Ahora pienso y me pregunto si ese hermano "voluntario" habría sido un Angel? tal vez...
Mi abuela se fue con el Señor y su partida fue muy dura para la familia, pero teniamos Paz de que la habiamos disfrutado por todos estos años, y que iba a estar en un mejor lugar donde no sufriera mas de esa enfermedad.
Me hice la idea que la gente se moría viejita como mi abuela dejando nietos y bisnietos que no podia contar con las dos manos... jamas imagine que menos de un año despues, estuvieramos despiendo a otra miembra de la familia, y una tan especial para todos, pero sobre todo para mi, tan cercana, y tan unida, tan joven... que me he quedado impactada, asombrada, brava, ya saben que no hay palabras para describir este dolor.
Mi prima Mona... no saben... como eramos ella y yo, no nos alcanzaba el tiempo para sentarnos a hablar... tengo su voz grabada en mi cabeza, su risa, y su "ay prima..." entre tantas cosas que vivimos, sueños que cumplimos. No lo podia creer, no lo queria creer... y no logro entender... pero es asi, es la realidad, mi pana, ya no me va a venir a visitar, ni yo a ella... ya esos viajes que hicimos, esas anecdotas que vivimos no ser van a repetir. Apenas van dos dias en que he dejado de llorar, porque el dolor que siento es tan profundo, que solo mi Dios me ha podido sanar y me da fuerza para continuar. No hay mejor medicina para mi corazón que leer su Palabra, y cantarle en vóz alta.
Y me preguntan, como se puede conseguir la paz en Venezuela? y la verdad una estrategia no sabria proponer... Empezemos buscando a Jesús, el principe de Paz, la paz que sobrepasa todo entendimiento, el camino, la verdad y la vida.
https://www.youtube.com/watch?v=3q4Z_NLBBUc
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